Una de las preguntas que tanto tememos es cuando nuestro peque viene y te dice: mamá, ¿por qué no podemos tener un perro? (ampliable a otras mascotas como gatos, hamsters, etc…). Es un momento que nos puede a provocar rechazo si no hemos tenido animales en casa.
En seguida el primer escudo que levantamos es el de la responsabilidad, bien es sabido que al final las mascotas suelen ser un entretenimiento pasajero para los niños y una obligación final para los padres pero esto no es un argumento definitivo puesto que las mascotas pueden tener efectos muy positivos en el desarrollo de los más peques ya que pueden ser sus compañeros favoritos de juegos e incluso sus confidentes.
La gran mayoria de niños que han crecido con mascota en casa, son más responsables. Esto es debido a su amor hacia ellos y la consciencia de responsabilidad que saben que ellos comportan. Ya que depeden de nosotros para todo. Para comer, para beber, para dar sus paseos, para divertirse sea con sus amigos caninos
Los perros dan ejemplo, fidelidad y lealtad, satisfacción ante pequeños premios o mimos, enseña a los niños a saber estar solos si es necesario, a adaptarse a las normas de la familia y de la convivencia.
Mientras los gatos les enseñan autonomía e independencia y entrena a los niños a ser observadores y precavidos, y pacientes.
Las mascotas pueden aportar muchos beneficios a los niños tales como: Disminuir el estrés, mejora la autoestima de los niños, disminuye el número de problemas psicosomáticos (ansiedad, dolor de cabeza o abdominal, alteraciones del apetito, o problemas cutáneos) y hace que los peques tengan que aumentar la actividad física, hecho de relevada importancia, dado el sedentarismo actual de los niños.
También existen unos cuantos beneficios a nivel socioeducativo ya que ayudan a establecer relaciones en la calle con los dueños de otras mascotas através de la interactuación de ellas. También ayuda en el desarrollo psicomotor del niño a través del juego, el ejercicio, la persecución, las risas, etc., se crea una relación de confianza mútua que promueve el conocimiento de sí mismo, crea aceptación y amor sin prejuicios y les enseña de forma natural conceptos como el nacimiento, parto, enfermedad, dolor, muerte, sexualidad, etc…