Cocinar con los peques de la casa es siempre una alegría, tanto para ellos como para los padres, tíos o abuelos. Elegir la receta, reunir los ingredientes y el material que vamos a utilizar, es algo que puede cambiar la idea que tiene el niños sobre los alimentos.
Para los niños, cocinar también es jugar, aprender, y una forma exquisita de aprender y ampliar su educación.
Cocinando, los niños pueden aprender valores necesarios para su desarrollo psicológico como la responsabilidad y el valor de colaborar en las tareas de casa. Además es una buena vía para que empiecen a saber cuáles son las propiedades de los alimentos, y la importancia de llevar una buena dieta lo más equilibrada posible.
Es importante concienciar a los niños en las claves de la buena alimentación, así como en la necesidad de aprovechar la comida y no desperdiciarla.
Sobre todo, es una actividad muy divertida para los niños, útil para entretenerlos en un día de mal tiempo o cualquier tarde en casa cuando no tengais nada que hacer. Les encanta mezclar ingredientes y dar forma a los platos con sus manitas, eso sí, siempre bajo la supervisión de los adultos para las elaboraciones más complicadas (ojo con los utensilios de cocina).
Recetas para cocinar con los peques
Hay multitud de recetas a las que darles un toque divertido desde un simple bizcocho de colacao a un sandwich “tres en raya”.
Se puede empezar preparando algo sencillo, la merienda diaria dándole forma al pan, rellenando el bocadillo con ingredientes, jugando con las formas y los colores o si los niños son más de dulce, preparar un bizcocho rápido de vainilla y decorarlo con un glaseado rápido de nata o buttercream (ya vereis como los niños se aplican a fondo en la tarea de “limpiar” los recipientes).
Esto no es solo aplicable a las meriendas ya que siempre se puede hacer algo divertido con las verduras, esos terribles enemigos de los niños. Prueba a montar un plato de verduras asemejando otra comida, los llamados trampantojos, como por ejemplo unos espaguettis de calabacín con salsa boloñesa o una fabulosa pizza.
En conclusión, hay multitud de maneras de que los peques se diviertan y encima coman sano, solo es buscar el momento para poneros con ellos a cocinar.